jueves, 11 de julio de 2013

Auto-evaluación de mamas



El cáncer de mama es uno de los más frecuentes en la mujer. Es un cáncer que normalmente se puede curar si se descubre el tumor cuando recién está comenzando su desarrollo. Cuanto mayor sea el tiempo de evolución del tumor y el aumento de su tamaño, mayor será la posibilidad de que haya dado metástasis que compliquen el tratamiento y disminuyan las chances de cura.
Factores de riesgo

En general hay una serie de “factores de riesgo” que aumentan las posibilidades de que una mujer llegue a tener un cáncer de mama:
Inevitables
·         Ser mujer (los hombres también pueden tener este cáncer, pero la frecuencia en ellos es cien veces menor).
·         Envejecer (a mayor edad, mayor riesgo).
·         Antecedentes familiares (si hay un familiar de primer grado [madre, hermana, hija] con cáncer de mama el riesgo de la paciente se duplica, y si son dos familiares de primer grado el riesgo se multiplica por 5).
Evitables
·         Algunos de los evitables son el alcohol (más de un trago diario aumenta el riesgo en 50 %).
·         Sobrepeso.
·         Falta de ejercicio.
·         Uso de algunas terapias hormonales.

Auto-examen de mamas

Debe hacerse de preferencia unos 7 a 10 días luego de iniciada la regla, y la técnica, según la sociedad americana de cáncer, es la siguiente:
  • Acuéstese y coloque el brazo derecho detrás de la cabeza. El examen se realiza mientras está acostada y no de pie.
  • Utilice las yemas de los tres dedos del medio de la mano izquierda para palpar cualquier masa, bulto o protuberancia en el seno derecho. Con las yemas de los dedos, emplee movimientos circulares contiguos del tamaño de una moneda de diez centavos para palpar el tejido del seno.





  • Use tres niveles de presión diferentes para palpar toda el área del tejido del seno. Un reborde firme en la curva más inferior de cada seno es normal. Si no está segura de la presión que debe hacer, hable con su médico o enfermera. Emplee cada nivel de presión para palpar el tejido del seno antes de pasar a la próxima área.

  • Mueva las yemas de sus dedos en un patrón de arriba hacia abajo, comenzando con una línea derecha imaginaria dibujada en el lado de su costado que vaya desde la axila y se mueva por todo el seno hasta el medio del esternón. Asegúrese de examinar toda el área del seno yendo hacia abajo hasta donde usted siente sólo las costillas y hacia arriba hasta llegar al cuello o a la clavícula.





  • Existe cierta evidencia que sugiere que el patrón de arriba y abajo (algunas veces llamado patrón vertical) es el patrón más efectivo para cubrir toda el área del seno sin dejar de examinar ningún tejido del seno.

  • Repita el examen con el seno izquierdo, empleando las yemas de los dedos de la mano derecha.

  • Mientras esté de pie frente a un espejo, con sus manos presionando hacia abajo firmemente sus caderas, observe sus senos para detectar cualquier cambio en tamaño, forma, contorno, formación de hoyuelos, o enrojecimiento o escamosidad de los pezones o de la piel de los senos. Cuando se hace presión hacia abajo a las caderas, los músculos de la pared torácica se contraen y esto hace que sobresalga cualquier cambio en los senos.

  • Examine cada axila mientras esté sentada o parada y con su brazo ligeramente levantado para que usted pueda palpar esa área con facilidad. Si levanta el brazo completamente, el tejido estará rígido en esa área, lo que hará más difícil examinarla.



Este procedimiento para hacer el auto-examen de los senos es diferente a recomendaciones anteriores. Estos cambios son parte de una revisión extensa de la literatura médica y la aportación de un grupo de expertos que consultamos. Existe evidencia de que esta posición de la mujer (acostada), el área a palparse, el patrón para cubrir el seno, y el uso de distintos niveles de presión aumentan la habilidad de la mujer de encontrar áreas anormales a través de este examen.
Tenga presente que el examen consta de dos partes, una de inspección visual, donde debe buscar cambios en la textura, contornos, retracciones, etc., y otra de palpación, donde se verá si hay bultos o secreciones anormales.

Recuerde que usted no tiene que hacer un diagnóstico. Lo único que debe hacer es conocer su mama y reconocer cuando algo se modifica en forma anormal, para entonces acudir a su médico. Y no se asuste, que la enorme mayoría de veces lo que usted detecte no será un cáncer.

Pueden encontrar una explicación con figuras animadas (en movimiento) que faciliten entender el examen en la siguiente página: